Aprovecho que el pasado viernes dirigí una cata de vinos del nuevo mundo para hablaros un poco de algunas variedades poco habituales en nuestras tierras.
Para introducir el tema os cuento un poco de historia, cuando Colón llego a América existían diversas variedades de vid silvestres pero el cultivo se inicio con viñas de Vitis vinífera, traídas de España. Otro hecho destacable en la historia del vino fue la plaga de filoxera que arrasó el viñedo europeo a finales del siglo XIX lo que propicio la llegada de viticultores a América en busca de viñedos libres de la enfermedad. Muchas variedades de origen europeo se han aclimatado perfectamente en estas latitudes adquiriendo personalidad propia incluso a veces convirtiéndose en el buque insignia de algún país.
Vinos del nuevo mundo |
Probamos un Malbec argentino, un Carmenère chileno, un Zinfandel californiano y un Tannat uruguayo.
La uva MALBEC tiene su origen en el sur de Francia, suele dar vinos muy frutales y aromáticos, ricos en taninos dulces y redondos, aptos para el envejecimiento. Aromas de cuero, jazmín, ciruela madura, menta y violeta… En Argentina se usa en todo tipo de elaboraciones: vinos jóvenes, con crianza, rosados, espumantes y licorosos. Probamos “La Consulta, roble 2011 de Finca la Celia” (echad un vistazo a su web http://www.fincalacelia.com.ar), presentaba un bonito color cereza picota con violáceos en el menisco, nariz bastante intensa con aromas de fruta negra y ligeros balsámicos, sus taninos eran amables y nos dejo un agradable retrogusto. Tened en cuenta que esas latitudes la vendimia comienza en Marzo (cuando aquí es primavera allí es otoño).
Chile es un país amable con el vino, posee unas condiciones muy favorables para el cultivo de la viña: clima, suelos, ausencia de enfermedades... El viñedo chileno es el único del mundo libre de filoxera es decir plantado en su totalidad sin injertar .A mediados de los 90 se encontró en Chile la variedad de origen bordelés CARMENERE, escondida entre viñas de merlot con la que se había confundido. Hoy se ha convertido en la variedad emblemática del país. Esta variedad se cultiva en Burdeos de donde es originaria y particularmente en Medoc, se considera un cruce entre cabernet y cabernet franc. En Chile representa más del 10 % de las uvas tintas cultivadas. Da vinos con mucho color, de cuerpo medio, tánicos, a veces algo amargos y con escasa acidez. Los vinos jóvenes se caracterizan por su gusto herbáceo, notas de frutas rojas, tierra húmeda y especias, recuerdos de pimienta… Catamos “35º South Carmenère, Reserva 2009, San Pedro”. Gusto mucho a todos los asistentes, tenía un bonito color , bastante cubierto ; frutas y especias…Notad que la palabra Reserva no tiene el mismo uso que en España; si solo pone Reserva o Reserva Privada podrá llevar crianza en madera (no obligatoriamente) si llevará si pone Reserva especial o Gran Reserva.
Atentos a mi explicación |
La uva ZINFANDEL tiene un origen dudoso. Esta variedad se considera similar a la Primitivo italiana, aunque estudios recientes parecen indicar que ambas, derivan de la Crljenak Kasteljanski, de Croacia. Se encuentra en Nueva Zelanda, en Sudáfrica y en EEUU, en California es una de las cepas más plantadas. Da vinos tintos tánicos, ricos en alcohol y de bonito color profundo. Aromas de cereza, especias, frambuesa, mora regaliz, tabaco rubio y flores en los vinos jóvenes. El que probamos nosotros “Red Peak, Zinfandel 2008” tenía el color bastante evolucionado con abundantes tejas y poco cubierto; sobretodo destacaba su aroma a tabaco, ligero en boca.
Pascal Harriage introdujo la TANNAT en Uruguay en 1870, ahora es el buque insignia de los vinos de calidad. Es una cepa típica bearnesa (Bearn se encuentra al pie de los pirineos). Da vinos alcohólicos, con mucho color y acidez, muy ricos en taninos y astringentes. Debe envejecer varios años antes de beber. Aromas predominan los frutos del bosque (frambuesa, mora…) notas especiadas y chocolate. Probamos “Tannat Pisano 2008” color profundo e intenso, nariz compleja: ciruelas negras pasificadas, cuero, chocolate, recuerdos de tierra húmeda y mucho más. Es un vino para disfrutar y acompañar una buena comida por ejemplo un guiso de caza o un buen chuletón.
La cata como todas las actividades que monta Begoña fue una delicia, incluso los vinos estaban buenos. Macabeo tambien estuvo como no a la altura y una vez mas a los asistentes no nos hicieron sentir como en casa, sino que estabamos en familia y en lo que ya empezamos a considerar nuestra casa, aunque sea enologicamente hablando.
ResponderEliminarDe lo bebido puedo decir que el de Malbec no defraudo, y que los frutos del bosque junto a su dulce tanino nos hizo no desperdiciar ni una gota.
Luego el verde Carmenere fue quizas el que mas me gusto, me sorprendio mucho la potente nariz de Begoña cuando le "vio" aromas a lirio. Im-presionante (Begoña), el vino tambien estaba bueno y el regaliz de palo y el cuero se integraban muy bien con la pimienta verde, verde que te quiero verde sin llegar nunca a desagradar (al menos a mi).
Zinfandel californiano, de viejos y agradables recuerdos para mi paladar, no me dio la ciruela negra esperada del varietal pero eso si tenia el aroma del tabaco rubio de virginia de los paquetes de liar. Tambien aprecie notas de mantequilla dulzona, tahona y pasteleria (para mis recuerdos de viajero a la mantequilla ghee hindu) y una buena dosis de madera de roble europeo (en virutas????)
Para finalizar el tannat no yuvo una acogida temparana agradable en mis sentidos pero se corrigio asi mismo muy satisfactoriamente con un poco aire y tiempo. Ida la reduccion y los lacteos desagradables resulto complejo y muy agradable añadiendo el aroma de hongos comestibles de calidad a los ya comentados por la jefa.
Gracias de nuevo por regalarnos con esta seleccion y jornada.
Chicho.